FABIÁN MUÑOZ (I)
- Cuerpo y movimiento: el cuerpo humano es capaz de transmitir cualquier tipo de sentimiento o emoción mediante la voz o mediante la expresión no verbal, y si a eso le añades más o menos energía y un conjunto de movimientos, puedes crear significados e intenciones totalmente diferentes.
- Energía: la energía es la potencia que emplea un intérprete cuando se hace uso de la expresión corporal y la proyección de voz.
- Claridad y limpieza: al igual que todos los elementos, la claridad y la limpieza de los movimientos es un factor muy importante. Esto nos permite expresar de una forma más explícita y evidente los sentimientos y emociones. Este elemento es imprescindible para que el espectador pueda entender perfectamente todas las acciones representadas en la obra, y si esto no se cumple es o bien porque él no se ha sabido adecuar al nivel del público o no se ha expresado correctamente.
- Segmentación de movimientos: para conseguir esta claridad y limpieza, lo más fundamental es la segmentación de movimientos. Es decir, dividir de una manera eficaz las acciones para mostrar una intención y así ejecutar la acción.
- Proyección de la voz: este elemento es fundamental porque depende de él que se entienda o no una representación escénica que comporte algún diálogo. Respecto a la proyección de la voz, vale más que el público pueda captar el mensaje que la historia sea coherente. También hay que tener presente la diferencia entre gritar y proyectar. Mientras gritas fuerzas las cuerdas vocales produciendo debilidad e irritación; la proyección se vale de una respiración controlada y aprovecha la acústica de nuestro propio cuerpo para conseguir un efecto mucho más sano y eficaz.
- Escucha: Para hacer una actuación, cada intérprete tiene que estar integrado y ser individuos únicos a la vez. Para eso se necesita una escucha colectiva.
- Puesta en escena: este elemento es una propuesta para la materialización de un determinado texto o concepto.
- Improvisación: la improvisación es un recurso vital y el más antiguo en los ensayos, pero el último recurso durante la representación y solo para salvarse de situaciones comprometidas (propias o ajenas).
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