INTERACCIÓN CON OBJETOS

Esta actividad realizada en clase partía de la elección de cualquier objeto para designarle una utilidad y un significado completamente diferente al de su uso real.

El ejercicio consistía, en primer lugar, en el estudio basado en la experimentación con la textura, el color, la forma, el tamaño... del objeto, es decir, con lo sensorial. En segundo, con su uso recto, lo funcional. Después, había que tener en cuenta la transformación, en qué lo ibas a convertir. Y por último, jugar con la identificación: actuar como si fueses ese objeto.

Antes, esta actividad era más dinámica, ya que se colocaban muchos objetos en una mesa (pensados previamente para así dar más juego) y se podían compartir entre unos y otros. Pero este año, debido a la pandemia, para ponerla en práctica hemos tenido que reinventarnos y cambiar el sistema de trabajo. Cada uno tenía que traer un objeto de casa y su nueva utilidad pensada previamente, para después exponerlo en clase. Por ejemplo una botella de agua se convirtió en un micrófono, expresando su función a través de la acción de cantar.

No los podíamos intercambiar, pero hicimos una práctica grupal, intentando interactuar con los demás objetos siempre y cuando fuera posible.  Las actividades a veces pueden ser sencillas pero productivas.